
Anthony, todo está mal entre nosotros. Lo sé, así que mejor me preparo porque me dirás de todo para excusarte.
Estoy harta de tus “Amiguitas” que siempre juran y re juran con las mismas palabras de ser tus amigas de siempre. Ya me imagino que clases de amigas tienes tú… Y eso lo sabes mejor que yo.
Yo soy y seré muy digna para rebajarme a esta situación, en comparación tuya muchos de mis amigos me molestan con cosas tontas pero yo por respeto a ti nunca les hice caso y los ponía en su lugar. Quizás ellos únicamente querían una simple amistad pero yo siempre he pensado “A tu pareja le debes respeto”.
En fin Anthony, podrás decirme de todo para excusarte y como siempre trataras de decir que yo soy la histérica. La verdad no son celos, es una sensación de desconfianza que te tengo y no deseo que vuelvas a herirme el corazón y menos mi dignidad, lo siento pero este es el final.
Tu forma de entender y ver la amistad es muy distinta a la mía, tu forma de pensar, la forma que llevas tu vida, no la puedo entender.
Adiós Anthony, no me despido acusándote de nada, solo que ya estoy cansada de todo esto.
Tú pensaras mil cosas y me dirás “Bueno Fio, si así lo quieres…”, y esta vez yo te diré “Si Anthony, así lo quise”.
Adiós para siempre.
(...)
La carta data del año 2000, de Fio mi ex novia. Por lo cual hago la siguiente pregunta al respetable:
¿Inocente o culpable?
Crucifíquenme o sálvenme.
Pd: El que vota por mi inocencia ya tiene asegurado un pedacito de cielo en el paraíso.