7 ago 2013

A VER MIJO ¿TE ROBARON TU TITI?



Es sábado, por la tarde, paseando en el auto con una de mis hermanas, conversando de diferentes temas y un momento dado estábamos pensando ir al cine, pero primero quería ir a cortarme el cabello, por lo que decidimos ir a un centro comercial bastante conocido en Lima, Plaza San Miguel, la decisión de ir a este lugar se baso principalmente en que en el mencionado centro comercial se puede encontrar casi de todo: Comida, vestimenta, cines, spas, etc.

Entramos al estacionamiento de dicho centro comercial y sucedió que al querer estacionar el sótano 1 se encontraba full; por lo que manejamos hasta el sótano 2, el cual se encontraba completamente repleto;  seguimos hasta el sótano 3 en donde los últimos estacionamiento que estaban libres fueron ocupados por los autos que iban delante de nosotros y finalmente decidimos ir al sótano 4, donde existían un número mayor de espacios disponibles.

Horas más tarde después de haber ido al spa por mi corte de cabello, al cine a ver una película de aquellas que te hacen recordar viejos personajes de la televisión; el llanero solitario, ir a un café para cenar algo ligero e ir a una tienda por departamento a comprar algunas prendas de vestir, como a las 10 de la noche con cosas en mano tomamos nuestra ruta de regreso al estacionamiento.

Entramos al ascensor y presiono el botón que me lleva al sótano 4. Ya en el lugar donde habíamos dejado el auto nos pusimos a buscar nuestro vehículo y nos dimos con la sorpresa que el sótano 4 estaba completamente vacío, no se encontraba nuestro auto, ni ningún auto más.

-         Creo que hemos dejado el auto en el sótano 3 – me dice mi hermana con una cara de preocupación   mientras revisaba el ticket de ingreso del estacionamiento para corroborar si la empresa de estacionamiento de alguna forma se hacía responsable por la pérdidas de autos.
-         No, estoy seguro que fue en este sótano – respondo.

Igual para despejar cualquier duda decidimos ir al sótano 3 y buscar el auto, lo que lógicamente no estaba. Decidimos bajar nuevamente al sótano 4 y corroboramos que efectivamente nuestro auto no estaba.

Me imaginé en ese momento estar en la estación de policía dando mis declaraciones y pidiendo por favor que encuentran mi auto. Me imaginé que después la policía llega a capturar a la banda de roba autos  y estar yendo a reconocer mi auto a un taller clandestino el cual se encontraba completamente desmantelado. Me imaginé, declarando contra los bandidos e inclusive pidiendo garantías personales a la fiscalía debido a los constantes amedrentamientos de los criminales por declarar en contra de ellos, en fin.

Volviendo a la realidad, decidimos ir a buscar algún responsable de la empresa del estacionamiento del centro comercial.

-     Disculpa amigo tengo un problema he dejado mi auto en su estacionamiento y no está por ninguna parte – algo indignado tratando de encontrar un culpable.

Me miro por un momento y con una cara como quien decirme: “A ver mijo, ¿te robaron tu titi?, me respondió:
         
-  ¿Está seguro que ha dejado su auto en este estacionamiento? Porque en el centro comercial esta divido en dos estacionamientos que se parecen ciertamente un poco.
-      No…. No estoy seguro – con la cara del más webon del mundo – por favor me puede indicar por donde voy al otro estacionamiento.
-       Si claro, mira….


Efectivamente nunca me robaron el auto ni nada de eso y estoy seguro que ahora en adelante nadie me quitará lo idiota que me vi al buscar mi auto en un lugar equivocado.