Es sábado, por la tarde, paseando en el auto con una de mis
hermanas, conversando de diferentes temas y un momento dado estábamos pensando
ir al cine, pero primero quería ir a cortarme el cabello, por lo que decidimos
ir a un centro comercial bastante conocido en Lima, Plaza San Miguel, la
decisión de ir a este lugar se baso principalmente en que en el mencionado
centro comercial se puede encontrar casi de todo: Comida, vestimenta, cines,
spas, etc.
Entramos al estacionamiento de dicho centro comercial y sucedió
que al querer estacionar el sótano 1 se encontraba full; por lo que manejamos
hasta el sótano 2, el cual se encontraba completamente repleto; seguimos hasta el sótano 3 en donde los
últimos estacionamiento que estaban libres fueron ocupados por los autos que
iban delante de nosotros y finalmente decidimos ir al sótano 4, donde existían un
número mayor de espacios disponibles.
Horas más tarde después de haber ido al spa por mi corte de
cabello, al cine a ver una película de aquellas que te hacen recordar viejos
personajes de la televisión; el llanero solitario, ir a un café para cenar algo
ligero e ir a una tienda por departamento a comprar algunas prendas de vestir, como
a las 10 de la noche con cosas en mano tomamos nuestra ruta de regreso al estacionamiento.
Entramos al ascensor y presiono el botón que me lleva al sótano
4. Ya en el lugar donde habíamos dejado el auto nos pusimos a buscar nuestro
vehículo y nos dimos con la sorpresa que el sótano 4 estaba completamente vacío,
no se encontraba nuestro auto, ni ningún auto más.
- Creo que hemos dejado el auto en el sótano 3 –
me dice mi hermana con una cara de preocupación mientras revisaba el ticket de
ingreso del estacionamiento para corroborar si la empresa de estacionamiento de
alguna forma se hacía responsable por la pérdidas de autos.
- No, estoy seguro que fue en este sótano –
respondo.
Igual para despejar cualquier duda decidimos ir al sótano 3
y buscar el auto, lo que lógicamente no estaba. Decidimos bajar nuevamente al sótano
4 y corroboramos que efectivamente nuestro auto no estaba.
Me imaginé en ese momento estar en la estación de policía dando
mis declaraciones y pidiendo por favor que encuentran mi auto. Me imaginé que después
la policía llega a capturar a la banda de roba autos y estar yendo a reconocer mi auto a un taller
clandestino el cual se encontraba completamente desmantelado. Me imaginé,
declarando contra los bandidos e inclusive pidiendo garantías personales a la fiscalía
debido a los constantes amedrentamientos de los criminales por declarar en
contra de ellos, en fin.
Volviendo a la realidad, decidimos ir a buscar algún
responsable de la empresa del estacionamiento del centro comercial.
- Disculpa amigo tengo un problema he dejado mi
auto en su estacionamiento y no está por ninguna parte – algo indignado
tratando de encontrar un culpable.
Me miro por un momento y con una cara como quien decirme: “A
ver mijo, ¿te robaron tu titi?, me respondió:
- ¿Está seguro que ha dejado su auto en este
estacionamiento? Porque en el centro comercial esta divido en dos
estacionamientos que se parecen ciertamente un poco.
- No…. No estoy seguro – con la cara del más webon
del mundo – por favor me puede indicar por donde voy al otro estacionamiento.
- Si claro, mira….
Efectivamente nunca me robaron el auto ni nada de eso y
estoy seguro que ahora en adelante nadie me quitará lo idiota que me vi al
buscar mi auto en un lugar equivocado.
Jajajja que buen susto! Me hiciste recordar cuando a propósito movimos el carro de donde lo dejo estacionado mi tío! El pobre se puso a renegar tan feo que nos asustamos le hicimos creer que lo habían dejado abandonado 3 cuadras mas alla del estadio nacional, hasta ahora cree que le robaron el auto jajajaja
ResponderBorrar